• Sayco: Sociedad de autores y compositores de Colombia.

• Acinpro: Asociación colombiana de intérpretes productores fonográficos.

• Promúsica: Asociación para la protección de los derechos intelectuales sobre fonogramas y videogramas musicales.

• Acodem: Asociación Colombiana de Editoras de Música.

Las tarifas se establecen considerando la importancia de la música para el desarrollo del objeto social del establecimiento, la capacidad locativa, el estrato socioeconómico y otros factores relevantes, con el fin de asignar un valor equitativo a cada establecimiento. Estas tarifas están actualizadas según el Régimen Tarifario, y debidamente registradas ante la Dirección Nacional del Derecho de Autor. Esto se sustenta en la facultad exclusiva de los titulares del Derecho de Autor para autorizar o permitir la comunicación pública de sus obras, conforme a los artículos 3 y 12 de la Ley 23 de 1982, y los artículos 158 y 159 de la misma ley.

Los parámetros a considerar son:

• Ubicación: se refiere a la localización del negocio. En las ciudades capitales, se toman como referencia las divisiones locales; en los municipios, solo se indica su ubicación general.

• Categoría: representa la necesidad o importancia del uso de la obra musical, según el objeto o actividad del establecimiento.

• Valor base liquidación: valor resultante de aplicar la categoría y ubicación del negocio.

• Capacidad: tamaño del establecimiento, por su capacidad de ingreso de clientes; esto puede medirse a partir del aforo o número de personas, metros cuadrados construidos para la atención del público, números de locales comerciales y número de habitaciones, dependiendo del objeto social y la actividad del negocio.

• Estrato o nivel socioeconómico: toma en cuenta las diferentes características de los negocios. Se utiliza como porcentaje diferenciador de acuerdo al estrato en que se encuentre ubicado.

La Organización de Sayco y Acinpro ha creado un simulador de tarifas que calcula el posible valor que debe pagar un establecimiento por el uso de la música comercial.

De conformidad con el artículo 158 de la Ley 23 de 1982, son usuarios de la música los propietarios de establecimientos que en forma permanente u ocasional comuniquen públicamente la música para sus clientes, en forma directa o indirecta.

La televisión, al igual que las estaciones de radio, paga por el uso de la música en sus programas dirigidos a una audiencia específica. En cambio, un establecimiento debe pagar por la comunicación pública de esa música para el disfrute de los clientes que visitan el lugar. Esto aplica igualmente si usted transmite música en su establecimiento mediante equipos, CDs, videos musicales, dispositivos inteligentes (como tablets o smartphones), o mediante presentaciones musicales en vivo.

La comunicación pública se define como cualquier acto mediante el cual una pluralidad de personas, ya sea reunidas o no en un mismo lugar, tiene acceso a obras a través de medios que no implican la distribución de ejemplares. Ejemplos de estos medios incluyen la radio, la televisión, dispositivos inteligentes como tablets o smartphones, y servicios de streaming, entre otros. Esta acción requiere la autorización de los titulares de los derechos, quienes, según la Ley 23 de 1982, deben recibir una compensación a través del pago de derechos de autor y conexos. Estos pagos deben realizarse a través de sociedades de gestión colectiva reconocidas por la Dirección Nacional del Derecho de Autor y otras sociedades titulares de derechos.